
...y tampoco se olviden del Desafio Zoilo Concha...
...y menos de tu madre.
Michael Jackson
Hizo cosas tan bellas para el mundo que hasta las hojas secas volvieron a moverse cuando lo vieron bailar. Su voz fue el hilo conductor de una música que trajo alegría a una sociedad de aburridos. Los amargados fueron un poco menos cuando cantó. Los quietos se movieron. Algo paso con ese chico Jackson y su energía contagiosa. Fue bueno. Sí, indudablemente bueno, aunque las nubes de la duda empañaron la radiante sonoridad de sus canciones. Era verlo sacudirse. Esa era la cuestión. Quienes aborrecen el talento lo despedirán con el rencor que suelen arrastrar los desplazados. Ridículo sería buscar un santo en Michael.
Indiscutido cultor del pop, comenzó desde muy chico a demostrar dotes artísticos que luego serían la causa de su consagración y sus mayores desgracias. Atrás quedó su Indiana natal. Atrás también su adolescencia perfumada de sueños y privaciones. Sacrificios que luego se convertirían en flores dentro de un jardín llamado Neverland.
Protagonista de sus propios videos, fue espectador de los noticieros que se ocuparon de su privacidad con la devoción paroxista de los que creen en el control absoluto.
Agosto será siempre el aniversario de su nacimiento. Pero el de su muerte no llegará nunca. Ha vivido y vivirá en la fibra humana de quienes ensayen un tímido paso toda vez que sientan una de sus canciones viajando por el aire.
Ernesto Simón
http://fotolog.terra.com.ar/ernestosimon